La biblioteca de los Duques de Osuna: La primera biblioteca pública en Madrid
Grabado de la biblioteca del palacio de las Vistillas, 1853. Publicado en el periódico "La ilustración".
El 29 de diciembre de 1771 se unían mediante matrimonio dos de los linajes más aristocráticos e importantes de España. La Duquesa, Doña María Josefa de Pimentel Téllez- Girón, con Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón, quien posteriormente seria el IX Duque de Osuna.
Los Duques de Osuna. Francisco de Goya 1788. (Museo del Prado).
Pertenecerán al grupo de la nobleza ilustrada, de ambiente filantrópico y pedagógico, que querían sacar a España del letargo cultural y económico, participando activamente en el movimiento ilustrado de las Sociedades de Asistencia. El primer domicilio de los Duques de Osuna fue el Palacio de Leganitos, entre la calle Alta de Leganitos y la calle de las Mirillas.
Palacio de los Duques de Osuna en la calle Alta de Leganitos, Madrid. Chalmandrier 1761
Grandes amantes de las artes y las ciencias, son considerados como los más importantes mecenas de la nobleza española de la segunda mitad del siglo XVIII, iniciando la creación de una gran biblioteca. Durante su estancia en París, en 1799, como embajadores de España, se interesan por las imprentas visitando la de Didot y por la creación de un nuevo estereotipo con el cual se puede imprimir a menor coste. Conocen al académico Charles Pongeus, amigo de D´Alemberg uno de los máximos exponentes del movimiento ilustrado, al que pedirá consejo para adquirir libros.
Inicialmente tienen intención de crear una gran colección de libros que posteriormente se convertiría en la biblioteca mejor dotada de Madrid: poseía unos 20.000 volúmenes. El primer bibliotecario fue Don Diego Clemencín al que sucedería Don Miguel Salva. Generalmente era muy difícil conseguir libros, pero el Duque incluso tenía un permiso para traer libros prohibidos.
Desconocemos la clasificación de la biblioteca, aunque cabe suponer que era temática, ya que existe un documento en la Biblioteca Nacional sobre los intereses de la Duquesa de Osuna para su proyecto de biblioteca. Dividido en 10 grupos:
- Libros sagrados y sermones.
- Filosofía y moral.
- Política, Legislación y Jurisprudencia.
- Agricultura y Jardinería.
- Comercio Economía y Política.
- Historia Antigua y Moderna, Antigüedades y Bibliografía.
- Geografía.
- Viajes.
- Ciencia y Arte.
- Literatura.
La biblioteca fue abierta al público y podemos considerarla como la primera biblioteca pública de Madrid.
A la vuelta de Paris, los duques se instalan en el Palacio nuevo de la Cuesta de la Vega pero la biblioteca se mantiene abierta en el palacio de Leganitos, a ella se incorporan los ejemplares adquiridos en París de los impresores Didot y Bodoni. En 1834 muere la duquesa, en la biblioteca se contabilizan 60.000 ejemplares. Aunque pasa a manos de sus herederos, conscientes del valor intelectual de la misma, mantienen la apertura al público.
Traslado de la biblioteca de Leganitos al Palacio de las Vistillas.
El Palacio de las Vistillas ocupaba el solar sobre el que actualmente se levanta el Seminario Conciliar, en la calle Buenaventura, entre la iglesia de San Francisco el Grande y la plaza de Gabriel Miro. El palacio pertenecía a los Duques de Infantado y albergaba la biblioteca de la casa ducal.
En 1841 fallece el XIII Duque del infantado, Pedro Alcántara Álvarez de Toledo y Salm-Salm. Título y Ducado pasan a Don Pedro Alcántara Téllez-Girón y Beauford-Spontin, XI Duque de Osuna, el nuevo Duque traslada su residencia al Palacio de las Vistillas y con él la biblioteca del Palacio de Leganitos. Se unían así, dos de las bibliotecas nobiliarias más importantes de España y para ello se habilitaron doce salas con estanterías adosadas y mobiliario de consulta, mesas y aparadores, se habilitó un salón especial para la colección de manuscritos, raros y preciosos códices en vitela, que habían pertenecido a Don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana.
Palacio de las Vistillas. Hacia 1855.
En 1844 muere Don Pedro Alcántara Téllez-Girón y Beaufort-Spontin XI Duque de Osuna y XIV del Infantado. Los títulos y propiedades pasan a su hermano Don Mariano Téllez-Girón y Beaufort-Spontin que se convierte en XII Duque de Osuna y XV del Infantado. Traslada su residencia a palacio de las Vistillas y mantiene a los bibliotecarios Don José Salva, hermano del antiguo bibliotecario Miguel Salva y a José Sánchez Tova, quienes siguen atendiendo a las visitas y al público.
La vida licenciosa, el despilfarro, la mala gestión del patrimonio y las acuciantes deudas del XII Duque de Osuna, hacen que se forme una Comisión de Obligacionistas, que sacarán todos los bienes de los Osuna a subasta. Es entonces cuando Don Marcelino Menéndez y Pelayo promueve la compra de la biblioteca y el archivo Osuna al Estado, quien por una ley del 14 de agosto de 1884 lo adquiere.
El archivo pasa a formar parte de la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, y la biblioteca se disgregará: a la Biblioteca Nacional de España pasaron los manuscritos y los libros impresos de los que no tuviera ejemplares, los de contenido político y análogos pasaron a las bibliotecas del Senado y Congreso, y los restantes se repartieron entre las diferentes bibliotecas universitarias.
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