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Año Sabatini 2021, Arquitecto del Rey

Conmemoramos el tricentenario del nacimiento de Francisco Sabatini, figura fundamental para la configuración de nuestra ciudad.

Francesco Sabatini nace en la ciudad italiana de Palermo en el entonces reino de Nápoles y Sicilia en el año 1721. Francisco, como era conocido en España, desempeñó diferentes trabajos como Primer arquitecto de la Casa Real durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, llegando a ser una figura clave en la arquitectura madrileña que introdujo el estilo neoclásico en España e intervino decisivamente en la transformación y embellecimiento de la Villa y Corte.

Francisco Sabatini pintado por GoyaFrancesco Sabatini (1775 y 1779) por Francisco de Goya (Museo de Meadows, Dallas) / Vista de Madrid dibujada por Domingo Aguirre. Paseos de la calle Alcalá.   1780 (Biblioteca Nacional)

Sabatini, se formó como arquitecto e ingeniero militar en la Accademia di San Lucca de Roma, y después en Nápoles, donde fue discípulo de Luigi Vanvitelli y Ferdinando Fuga, y tras una dilatada carrera desarrolla su trabajo en España entre 1760 y 1797, año de su muerte.

A lo largo de su carrera fue evolucionando del Barroco tardío inicial hacia el clasicismo, gracias a la influencia de Fuga, de quien aprendió la racionalidad y el rigor constructivo y formal. Su formación militar marcó la austeridad, funcionalidad y economía de recursos arquitectónicos de sus obras con esquemas geométricos ordenados y rigurosos. Su obra además, tuvo un carácter eminentemente científico ya que fue un estudioso de las matemáticas y de las ciencias de la naturaleza.

Palacio Real de Caserta en Nápoles. Vista de los jardines. Alzado del palacio. Luigi Vanvitelli

Palacio Real de Caserta en Nápoles. Vista de los jardines. Alzado del palacio. Luigi Vanvitelli

Sus primeros contactos con la monarquía española se remontan a su trabajo en las obras del Palacio Real de Caserta a las órdenes de Vanvitelli, su futuro suegro, para el entonces rey de Nápoles quien tras el fallecimiento de su hermano Fernando VI sin descendencia, heredaría el reino de España como Carlos III. El futuro rey, llegó a ser considerado el “El mejor alcalde de Madrid” por los madrileños de la época.

La llegada de Sabatini a Madrid está ligada a una figura de máxima confianza del Rey, el Conde Felipe Gazzola, un hombre culto, aficionado a la lectura, a la arqueología y a las Bellas Artes, con quien ya había trabajado en las primeras excavaciones en Pompeya impulsadas por Carlos III. Durante esta época es nombrado Maestro Mayor de las Obras Reales y se inician los trabajos de edificación de la Fábrica de Porcelana del Buen Retiro en el lugar que había ocupado la ermita de San Antonio de los portugueses.

En un corto espacio de tiempo, sus méritos son reconocidos con un nuevo cargo por encima de arquitectos españoles de gran relevancia al ser nombrado Arquitecto de Palacio y académico honorifico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

La idea de Carlos III de dotar a Madrid de una nueva imagen está íntimamente relacionada con el ideario ilustrado y el siglo de las luces, siendo las primeras obras que realiza de ampliación y remodelación de obras ya existentes en la Corte.

Fachada principal del Real Palacio nuevo de Madrid, ya con las alteraciones y adiciones de Francisco Sabatini ca. 1780. Museo de historia.

Fachada principal del Real Palacio nuevo de Madrid, ya con las alteraciones y adiciones de Francisco Sabatini ca. 1780. Museo de historia.

Sabatini desplaza al arquitecto Giovanni Battista Sacchetti en las obras del Palacio Real, ya que el nuevo programa de Carlos III exigía una ampliación del diseño de Sachetti, y aunque el bloque del palacio estaba acabado en 1751 fue muy alterado por Sabatini que incluye un nuevo balcón en la actual plaza de la Armería y elementos para las nuevas dependencias en el zaguán norte como caballerizas, cocheras, guadarnés, armería casa de pajes y cuarteles de guardias entre otros. También realiza reformas interiores con nuevas habitaciones, estucos, talla de mueble y la escalera principal inspirada en las del palacio de Caserta.

En 1761, al año de su llegada a Madrid, realiza las instrucciones de alcantarillado, empedrado y limpieza de la corte, para el adecentamiento de Madrid iniciando un periodo de gran relevancia constructiva.

Carlos III también encarga a Sabatini, la Real Casa de las Aduanas situada en la calle Alcalá, (actual Ministerio de Hacienda) que está inspirada en un palacio urbano italiano del renacimiento, con limpieza de formas. Para la iglesia de las Salesas Reales realiza los sepulcros de Fernando VI y Barbara de Braganza y en 1762 diseña el convento de San Pascual en Aranjuez. La idea de Carlos III de embellecer los accesos a Madrid da lugar a la creación de paseos diseñados por el ingeniero Joseph Salcedo, así como los diseñados entre la puerta de Atocha y la puerta de Toledo, con paseos plantados de alineaciones de árboles como el Paseo de la Florida, los paseos de la Ronda de Atocha, Valencia y Toledo. Con este fin, Carlos III también le encarga a Sabattini la edificación de la puerta de San Vicente realizada en 1774 y la fuente de los Mascarones. Un año más tarde, en 1775, realiza las plantaciones de la puerta de San Vicente y las canalizaciones del Real Sitio de la Casa de Campo, construye sus cercas y años más tarde, sus cinco puentes.

Puerta de San Vicente con la fuente de los mascarones. / Paseo de la florida.  Plano de Tomas López 1785

Puerta de San Vicente con la fuente de los mascarones. / Paseo de la florida.  Plano de Tomas López 1785

Dentro del programa de embellecimiento de la ciudad y como punto de unión al Paseo del Prado, Carlos III encarga a Sabattini la Puerta de Alcalá (1770-1778) con un diseño que busca un equilibrio entre lo puramente arquitectónico y simbólico para el que se construyen dos caras, una al exterior más adornada ya que era el acceso a Madrid por la calle de Alcalá, y otra interior. La puerta exterior se presentaba con cinco huecos, los tres centrales de medio punto y los dos extremos adintelados, y el material utilizado fue el granito y las esculturas de piedra blanca de Colmenar. Para la realización de las esculturas de la parte exterior se recurre a Francisco Gutiérrez que plasmó el sentido simbólico que había proyectado Sabatini, y en las claves de los arcos se esculpen tres mascarones con cabezas de sátiros y en los extremos con estructura adintelada, dos tableros frutales que representan la fecundidad. Mientras en el remate de la cornisa se representan las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, justicia, templanza y fortaleza, a través de figuras de niños en el que también aparece un escudo real sostenido por dos figuras la fama y un niño; y para la parte interior Roberto Michel realiza diversas figuras de torsos ensalzando los triunfos del rey, tres cabezas de león en las claves, cornucopias en las laterales y guirnaldas de flores y frutas sobre los dinteles.

Puerta de Alcalá

En 1774 Carlos III decide trasladar el antiguo jardín botánico de Migas Calientes, situado en la carretera del Pardo, al Paseo del Prado para convertirlo en Real Jardín Botánico y encarga un primer proyecto a Sabatini, quien presenta un proyecto de concepción tardo barroca que generaba un espacio dotado de falsa claridad, y que no cumplía con las expectativas de funciones científicas y docentes. Se sabe que en estos años trabaja en su cerramiento y nivelación estructurado en tres niveles con limites hexagonales, siendo diseño suyo la puerta del Paseo del Prado. Pero el proyecto definitivo es de Juan de Villanueva, del año 1786, con un diseño de absoluta claridad, articulado a través de un eje axial y una serie ejes secundarios y paralelos que conforman una cuadricula, y diseños suyos serán la catedra y la estufa.

Proyecto de Sabatini 1778 para el   Real Jardín Botánico. / Proyecto de Juan de Villanueva 1786. Real Jardín Botánico

Proyecto de Sabatini 1778 para el   Real Jardín Botánico. / Proyecto de Juan de Villanueva 1786. Real Jardín Botánico

En 1776 realiza el Palacio Grimaldi conocido también como el palacio de Godoy en referencia a uno de sus ilustres moradores que se emplaza frente al Palacio Real, muy cerca del actual Senado, y fue construido en un principio para albergar las dependencias de los Secretarios de Despacho.

Palacio de Grimaldi o de Godoy. 1776.

Palacio de Grimaldi o de Godoy. 1776.

De 1776 a 1781 continua las obras iniciadas por José de Hermosilla en el Hospital General de Atocha, un edificio enorme que alberga a día de hoy, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid.

Real Basílica de San Francisco el Grande. Fachada y torres de Sabatini.

Real Basílica de San Francisco el Grande. Fachada y torres de Sabatini.

La Basílica de San Francisco el Grande (1776- 1781) fue proyectada en un primer momento por Ventura Rodríguez, sin embargo, su planteamiento fue desestimado poco después en favor de otro ideado por Francisco Cabezas y llevado a cabo por José de Hermosilla. Posteriormente, unas complicaciones técnicas y estructurales obligaron a paralizar la obra, cuya espectacular cúpula fue concluida siete años gracias a la intervención de Antonio Pló. Más tarde, Sabatini realiza la fachada principal y las dos torres que rematan el edificio, cuyo pórtico fue proyectado con una conformación semiolímpica.

Plaza Mayor Madrid 1791 proyecto de Juan de Villanueva.

Plaza Mayor Madrid 1791 proyecto de Juan de Villanueva.

La Plaza Mayor de Madrid. Tras el incendio sufrido en 1790, Francesco Sabatini participaría, en el Proyecto junto con Juan de Villanueva. El proyecto, consistió principalmente en la reducción de cinco a tres pisos en sus edificios perimetrales, y en el cerramiento de sus cuatro ángulos, abriendo en cada de uno de ellos un pasaje de acceso abovedado. Las obras de remodelación no concluirían hasta mediados del siglo XIX, a manos de Antonio López y Custodio Moreno, discípulos ambos de Juan de Villanueva.

Sabemos que la situación tanto social como económica de Sabatini siempre fue privilegiada en Madrid, tras varias residencias en 1790 paso a vivir en una casa ricamente decorada en la calle alta de Leganitos, ricamente amueblada y con oratorio privado. No faltaba su colección de pinturas y grabados. De sus paredes colgaban los retratos de Sabatini y de Cecilia Vanvitelli pintados al pastel por Mengs. Había cuadros de Tiépolo, Maella, Bayeu, Goya…

Este homenaje a Sabatini es un extracto de la conferencia que dio nuestro compañero Rafael Serrano, dentro de la programación de la novena edición de Madrid Otra Mirada (MOM), el pasado 15 de octubre, en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías

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