'Primavera para Madrid' de Magius
Al tomar en nuestras manos el título de Magius “Primavera para Madrid”, salta a la vista la cuidada edición que ha sacado a la venta el sello Autsaider Cómics y que, es de suponer, ha contribuido a que la obra sea merecedora del Premio Nacional del Cómic 2021. Sus páginas se abren con la deferencia debida a un misal y se cierran con la admiración que suscita una obra original y cuidada. Sin duda, quebraderos de cabeza ha debido provocar al editor y al impresor conseguir que las tintas dorada y negra tengan un efecto tan atractivo y cautivador; color dorado que no es casual ni ostentación gratuita, sino que hace referencia a la dilapidación de caudales públicos alrededor de la que gira la historia.
Después de salir de la sorpresa y el feliz embotamiento por los aspectos materiales que componen el volumen, nuestra sempiterna costumbre de leer cubierta, portada y contraportada antes embarcarnos en el contenido, nos enfrenta con el icónico e irónico aviso que será difícil olvidar mientras estemos enfrascados en la lectura: “Primavera para Madrid es una obra de ficción, todas las personas, empresas y sucesos que aparecen en este libro son inventados. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.” Toda una ácida declaración de intenciones.
Pura, bendita y graciosa coincidencia que nos narra las andanzas de unos personajes con un parecido más que razonable con otros tantos que engordan las páginas de prensa nacional; sin duda, ficticios individuos de disoluta vida y comportamiento virtuoso en la descomposición del tejido social que, de existir una baraja de cartas compuesta por advenedizos, cortabolsas, y arrebatacapas, coparían un par de palos.
La trama, que podríamos encasillar dentro del género atraco ficción, desmadeja unos hechos que es difícil pensar que pudieran llegar a no suceder, imaginativa muestra de cómo se ejecutara la gestión mafiosa de recursos públicos, donde políticos, periodistas, policías y empresarios, se masajean la rabadilla unos a otros, mientras compiten y se aúpan por igual, en busca del saqueo del erario y la acumulación de poder. Una década de corrupción ilustrada, dibujada, queremos decir, no son enciclopedistas cometiendo fechorías. Sinvergüenzas y delincuentes de buen nombre y, en algún caso, de mejor cuna, campan a sus anchas por las calles de un Madrid reflejado con tremendo gusto y, ahí sí, fidelidad.
Sobre el autor, Magius, también conocido en los registros civiles como Diego Corbalán, encontramos en los habituales rincones de la red, que tomó su pseudónimo en memoria del monje miniaturista del siglo X que ha influenciado su trabajo. En entrevista alude a su motivación para este cómic con estas palabras “Me interesa lo que ocurre en los centros de poder: dónde se deciden las cosas, qué es lo que no se dice, qué afecta a las instituciones que nos venden una imagen que realmente no es”.
A todos nos interesa, Magius, y agradecemos que hayas plasmado en formato gráfico tu tu visión de unos hechos que bien pudieron ser o no ser, pero que, apostaríamos, fueron.