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'Me cuesta bivir' expone, en primera persona, las cuitas de aquel que quiere descubrir, entender y vivir la bisexualidad en un mundo social heteronormativo. La autora relata miedos y dudas que atenazan la expresión de sentimientos, que lastran la construcción de la identidad, así como la recurrente negación interior de una parte emocional que no puede desarrollar, por inseguridad y presión social, pero también por ausencia de modelos en los que encajar una sexualidad que no distingue entre géneros, sino entre personas. La autora presenta la historia al margen de una relación física concreta que pueda desatar una tormenta de incertidumbres; las vacilaciones y la querencia están ahí desde la infancia; no obstante, tardan en abrirse camino, en dejar de ser presencias paralizantes. Finalmente, la aceptación del sentimiento se define como la fuerza que orienta una vida interior libre. 

El aspecto generacional es importante, hoy en día la riqueza y complejidad de los procesos de enculturación es mayor, ha crecido el contexto social al que acudir para encajar los mimbres propios y darles forma sin bregar en soledad contra la corriente mayoritaria, que mira con desdén o suficiencia o ironía o estupefacción, pero pocas veces con empatía o comprensión. En esa ampliación del marco de referencia compartido, a través del lenguaje y la comunicación, se articula parte de la importancia de la obra. 

La cultura y, en tanto que subconjunto de ésta, la literatura, puede concebirse como herramienta que contribuye a organizar y dotar de sentido el mundo que nos rodea, tarea que cobra especial relevancia cuando las narrativas disponibles, frecuentes en el catálogo común, dominantes, no se adecuan a todas las personas, dejando colectivos huérfanos de patrones que les faciliten la navegación por los profusos laberintos de la existencia. De especial complejidad es el de la identidad personal, madeja difícil de desentrañar, máxime para quien se ubica fuera de una supuesta normalidad sexual. 

María Queraltó nos sumerge en un relato íntimo y conmovedor que permite comprender la complejidad de esta lucha por conquistar la propia identidad y su impacto en la vida cotidiana. Queraltó destaca por su estilo directo y honesto, comparte sus pensamientos más oscuros y sufrimientos con franqueza y claridad cautivadoras. Batallas internas y desafíos en búsqueda de una vida equilibrada y plena, basada en el autoconocimiento y la aceptación de uno mismo. 

Más allá de su búsqueda íntima, su historia pretende generar un diálogo abierto y romper las barreras que impiden a las personas buscar ayuda y apoyo; una vez se alcanza la compresión personal, de suyo queda forjar conciencia y empatía en la sociedad. Hay esperanza y respuestas, aunque el camino nos lance más dudas que certezas y más temores que seguridades. La presión social, las expectativas, los estereotipos nos limitan y delimitan; la escasez de horizontes y trochas nos impele al carrero de lo establecido, aunque por ello nuestro caminar se convierta en un renqueo y tropiezo continuo. Al compartir su búsqueda la autora ayuda a ensanchar el repertorio de modelos y opciones de vida que, a través de la inclusión de quién mira desde el margen, fomente una cohesión social fundada sobre lo heterogéneo y diverso. La dimensión de esta obra pasa por crear un espacio de comprensión y apoyo mutuo, donde la perseverancia y el autocuidado son pilares propios que amparan a quien nos acompaña en el camino. Incorporar pautas, ampliar convenciones, sumar respuestas y modelos. Y leer.