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Quien haya visitado cualquier red social en los últimos años, habrá comprobado la fascinación que nos producen los gatos. Podemos encontrar cientos de videos diarios de felinos domésticos realizando las acciones más variopintas ante la sorpresa de los humanos cercanos. Pero si hay un lugar del mundo en el que el protagonismo de los gatos sea mayor que en las redes sociales, ese lugar es la ciudad de Estambul, donde cientos de miles de gatos vagan libremente por la metrópoli, a medio camino entre la vida doméstica y la silvestre, atendidos por vecinos y vecinas de la urbe cada cual, humanos y felinos, con sus propia historias y motivaciones.

La cineasta turca Ceyda Torun elabora un documental coral en el que sigue la vida de varios gatos callejeros, mostrándonos sus correrías, sus personalidades y la relación que estos animales establecen con los habitantes humanos de la urbe. Pero los gatos de esta cinta no son los únicos protagonistas, sino que la propia ciudad de Estambul, sus callejones, tejados, comercios, puertos y avenidas aparecen como un personaje principal del documental, que nos muestra a través de los ojos felinos el pulso y el alma de la ciudad.

El tercer elemento protagonista en esta obra son los propios seres humanos que son transformados por la interacción con los gatos callejeros. A través de estas relaciones, el documental nos sumerge en las historias de los vecinos de Estambul, mostrándonos las dificultades de la mujer turca, historias sobre la superación de adicciones, las dinámicas en los comercios de los barrios o cómo la especulación urbanística amenaza las formas de vida tradicionales de vecinos y animales. A través de una concatenación de pequeñas historias en la que seguiremos a cada uno de los gatos protagonistas (la estratega, el cazador, la sociable, la psicópata…) nos sumergiremos en el alma de las calles turcas y de sus habitantes.

Por todo ello, Kedi no es sólo un documental sobre gatos, sino sobre las relaciones a tres bandas que estos establecen con el medio en el que viven y con sus vecinos humanos. La fotografía, la composición de las imágenes y la banda sonora colaboran para crear una narración poética y entrañable de la vida cotidiana de la mayor ciudad de Turquía.

Kedi (gatos de Estambul) fue recibida con el aplauso unánime del público y la crítica, siendo uno de los documentales mejor valorados en los últimos años (tiene una aprobación del 98% en la web de crítica Rotten Tomatoes) lo que la ha llevado a ser calificada por la crítica como «el Ciudadano Kane de los documentales de gatos».