La cofradía de Nuestra Señora de la Novena (Vitrina 2)
La cofradía nace con el afán de legitimar socialmente la profesión de cómico, que se miraba con desconfianza por tratarse de un oficio que siempre se ha movido en los difusos límites de lo socialmente permitido.
El proceso de fundación de la Cofradía se inició a finales de 1630, cuando el autor de comedias Andrés de la Vega solicitó permiso para imprimir lo que se denominó Advertencias, es decir, el documento fundacional en el que se indicaban los motivos que habían estimulado esta iniciativa.
La Hermandad se funda definitivamente en la primavera del año 1631 en Madrid y establece su sede en la iglesia de San Sebastián, emplazada en el barrio donde se localizaban los dos corrales de comedias y en el que vivían los miembros de la farándula.
La Cofradía nacía con una clara vocación social, con el espíritu de actuar como montepío para representantes. Se propuso reunir bajo el patronazgo de la hermandad a todos los que se dedicasen a la profesión de actor y a sus familiares de primer grado en todos los reinos peninsulares.
Fuente: Francisco Sáez Raposo. Todo Madrid es Teatro. Comunidad de Madrid, 2018, p. 207.
En 1637 el Papa Urbano VIII concede indulgencia plenaria a todos los fieles que visiten la Capilla de la Virgen de la Novena en Madrid, patrona de los cómicos. De esta forma la autoridad papal auspiciaba la iniciativa religiosa y social entorno al mundo teatral.
Fuente: Elena Martínez Carro. Escribir entre amigos, 2109
(…) Es obligación precisa en un cómico perfecto semblante, edad, estatura, modulación del acento, armonía en el oído, la propiedad en el gesto, graduación en las pasiones (…) todo en un complejo indispensable en nosotros: en la fantasía fuego, compostura en las acciones, dignidad en el sujeto, feliz, memoria, dominio sobre un espíritu memo, conocimiento del hombre, expresión de sentimiento, la animación en los ojos, la propiedad en el gesto (…) ¡Qué precisión! ¡Qué prudencia! Que tino descernimiento no necesita un Actor para establecer a un tiempo, en voz, ojos, lengua, oídos expresión y movimiento (…) ¡Arte difícil! Señores, amigos y compañeros.
En: Loa para empezar temporada la Compañía de Eusebio Rivera el Año de 1793. Manuscrito.
Biblioteca Histórica Municipal.
Signatura: Tea 1-186-68 (P).