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Victoria Santiago Borja.

Recomendada a partir de 12 años.

Muchos teníamos ganas de ver de nuevo a LA TANA (Victoria Santiago Borja, Sevilla 1973), y reivindicar su faceta de cantaora de ´alante´, en Madrid, cosa no sencilla. Por eso, de la mano del Distrito San Blas-Canillejas y de su Raíz Flamenca, adquiere un especial interés la actuación de una artista de excepción, heredera de la mejor tradición gitana y trianera, como la que representa su madre, Herminia Borja. Otra cantaora digna de mención, curtida en el ámbito de ese insigne proletariado flamenco que se ha dejado la vida en los tablaos de medio mundo.

La Tana se apoya en tres pilares importantes: una extraordinaria habilidad en la capacidad comunicativa de los cantes, el sentido de la inspiración del que hace gala, y la recuperación de formas expresivas un tanto olvidadas hoy en día.

Todo esto se sintetiza muy bien en los diferentes aires de soleá a los que nos tiene acostumbrados, en un agradable acto de rememoración de los matices que legaran La Serneta, Juaniquín o Curro Frijones. Igual ocurre en la bulería, cuando la queja aflora sin fisuras en perfecta sintonía con el ritmo festero. Por seguiriya puede ser tremenda: Jerez y Triana de la mano, bajo la atenta mirada de El Perla, persiguiendo el tono adecuado de la cuerda en cada quiebro de voz, tan imprevisible a veces como certero, en ejercicio de quien conoce a la perfección los rincones íntimos del cante de La Tana.