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La Ciudad Lineal

Para cada familia: una casa; en cada casa una huerta y un jardín.

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La Ciudad Lineal de Arturo Soria es uno de los proyectos urbanísticos más importantes de finales del siglo XIX, y sirvió como referencia para que muchos urbanistas internacionales siguieran su estela.


Madrid durante la segunda mitad del siglo XIX, es incapaz de albergar el incremento demográfico, en condiciones higiénicas y salubres, que se produce por la industrialización, que trajo consigo el consiguiente proceso de emigración del campo a la ciudad. Pasando de 140.000 habitantes en 1800 a superar el medio millón en 1900. Durante la primera mitad del siglo se habían realizado en Madrid distintas soluciones urbanísticas, todas ellas se habían ejecutado en el interior de la ciudad. En 1860 se aprueba el Ensanche de Carlos María de Castro que consistió en la creación de nuevos barrios de trazado ortogonal, fuera de la antigua cerca de Felipe IV, que todavía seguía en pie: la Castellana, Salamanca y Argüelles, Sur de la Carretera de Aragón, Vallehermoso, Embajadores y Manzanares. Este proyecto que se inició en 1864, debido a la especulación del terreno, dejó una gran parte de la población sin soluciones habitacionales que se veían obligadas a vivir en los suburbios que rodeaban la ciudad, donde la salubridad y la higiene brillaban por su ausencia.


En este orden de las cosas surge la figura de Arturo Soria y Mata, un visionario que quiso realizar una obra, una nueva ciudad donde tuvieran cabida todas las clases sociales y que además por su trazado lineal pudiera expandirse indefinidamente. Basado en la unión de dos núcleos urbanos por medio de una línea.

          Arturo Soria

          Arturo Soria y Mata. Autor: Xauxa Håkan Svensson.


Arturo Soria nace en Madrid en 1844, de la mano de Manuel Becerra, conocido liberal progresista, tras el derrocamiento de Isabel II entra en política y participa en la I República. Desde su juventud se había interesado por temas sociales, sobre todo por el urbanismo, desde donde cree que hay que dar soluciones a los ciudadanos, con medidas higiénicas y salubres. Al caer la primera República, abandona la política e inicia una etapa empresarial, centrándose en empresas de locomoción y urbanismo.


En 1882 el Ayuntamiento le aprueba la propuesta de un ferrocarril-tranvía de circunvalación que unía los núcleos desde Fuencarral hasta Pozuelo. Este será el proyecto de comunicación de núcleos urbanos que servirá de germen para su proyecto de ciudad, basado en la comunicación a través de la locomoción, la geometría y el equilibrio social.

A finales de los años 80 ya tiene pensado su proyecto urbanístico, una ciudad trazada de forma lineal que crecía a través de una línea recta, y de trazado geométrico. La vía o calle principal tendría 40 metros de ancho con un paseo central ajardinado, donde se asentarían los servicios, se situaría transporte y serviría de conexión para unir dos núcleos poblacionales. Horizontalmente a ella, calles transversales de 20 metros de ancho y las siguientes de 10 metros. Las parcelas se distribuían en tamaño por la importancia de las calles, siendo las mayores las que daban a la vía principal.

          Plano de la Ciudad Lineal

En 1894 funda la Compañía Madrileña de Urbanización, con accionariado, que será la encargada de llevar a cabo el proyecto. Se inicia el primer tramo que irá desde el Pinar de Chamartín hasta la calle Alcalá, teniendo en cuenta que el acceso de comunicación de Ventas a Cuatro Caminos ya estaba realizado.


Se ofertaron tres tipos de construcciones, los más relevantes palacetes de lujo, con fachada principal a la vía principal, hoteles burgueses para la clase media y hoteles obreros, a estos se les darían facilidades de pago. Todas los chalets tendrían jardines y huerto, ya que la finalidad de la ciudad era integrar el campo en la ciudad. En cuanto al estilo de las construcciones, en un primer momento, fueron diseñadas siguiendo el estilo neomudejar y posteriormente se irán adaptando a la moda arquitectónica. La ciudad se presentaba con elementos que la hacían autosuficiente como: una central eléctrica, red de aguas, iglesias, teatro, fábricas y colegios. Se ofertaron distintos modelos de viviendas para las distintas clases sociales. Los modelos de casas podían ser:

Palacete de Lujo: la calle principal

          Palacete de lujo

Hotel Burgués: Calle secundaria.

          Hotel Burgués

Hotel Obrero: Tercera hilera.

          Hotel obrero

En 1897 ya están construidas 33 viviendas, aunque el proyecto fue duramente criticado, llegando a ser denominada por la prensa como la ciudad de los locos. Es entonces cuando Arturo Soria fundó la revista La Ciudad lineal- la primera revista de urbanismo en el mundo- para dar puntualmente cuentas de los objetivos. En 1906 ya están levantadas 300 viviendas llegando en 1911 a 680.

En la segunda década de siglo la ciudad entra en declive, en parte porque los obreros tenían un nivel salarial muy bajo para poder adquirir la propiedad y las pocas fábricas que se instalaron. Se programó una segunda fase que no llegó a realizarse. En 1914 la Compañía Madrileña de Urbanización presenta suspensión de pagos, aunque en 1920, tras la muerte de Arturo Soria, sus hijos quieren hacer otro tramo, de Vicálvaro a Vallecas. Este nuevo objetivo fue un fracaso, ya que los propietarios de los terrenos, viendo que la Ciudad Lineal se había convertido en una ciudad burguesa, subieron el precio del suelo.

El proyecto de la Ciudad Lineal tuvo una gran repercusión internacional, tanto en Europa como en América. En 1936 fue escenario de la Guerra Civil, quedando muchas construcciones destruidas y en de 1939 inicia un declive que se prolonga hasta los años 70. Es entonces cuando el ayuntamiento a través del Plan General de Ordenación Urbana, convierte la calle Arturo Soria en una vía de circulación, incrementa la superficie urbanizable y el volumen de edificación, con lo cual se inicia un periodo de especulación de suelo. Se permitió edificar en toda la calle y los aledaños, desvirtuando el proyecto original y dando lugar a edificios de pisos. Posiblemente el fracaso de esta gran idea fuera el no haber contado con una financiación institucional.

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