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La infancia es un periodo de la vida esencialmente poético y mágico, o debería serlo en condiciones normales. Cuando crecemos, lo que suele ocurrir, salvo excepciones es que nos vamos alejando de la magia y la poesía que la infancia acarrea.

A pesar de ello, a veces resulta difícil el acto premeditado de querer acercar los libros de poesía a los niños y las niñas de hoy. Mucho más cuando ellos y ellas, como nosotras, estamos tan solicitados por pantallas y estímulos de todo tipo, estímulos más brillantes y gritones que la poesía, que es un arte más bien sencillo y discreto, sutil y a la espera. 

Y contamos con magníficas poetisas, cuentistas, poetas, cantores y juglares que, por supuesto, nos pueden ayudar en esta tarea. Podemos dar aquí muchos nombres, de Gloria Fuertes a María Elena Walsh, maestras de la rima.

En esa tarea tan necesaria, podemos contar con la ayuda de Rosa Ureña Plaza con su libro de poemas Circo. Rosa Ureña es también ilustradora, y en las bibliotecas públicas disponemos de otros títulos en los que ella ha participado. 

Pero este es un libro enteramente suyo, bellamente editado por la editorial Kalandraka, que nos hace entrar en el espacio y en el tiempo del circo, como si nos introdujera en un mundo ajeno al nuestro.

Un mundo con sus actos y liturgias cotidianas. Un mundo que se expone a las luces brillantes de la carpa, pero del que también desconocemos muchas cosas. Con un espacio y un tiempo propios. 

Un espacio colgado de los vuelos de las trapecistas y de los gestos de los tragasables cuando dirigen hacia su boca las grandes espadas que engullen con delectación. Un tiempo, el del circo, ahormado a la sonrisa de los payasos, suspendido en las predicciones de la bola de cristal de la pitonisa, que ve un futuro que puede existir o no.

El circo visto como una familia de seres fantásticos, que nos acoge y nos permite acompañarlos hasta que las luces se apagan y la carpa se desmonta, aunque, como escribe Rosa Ureña al lado de sus hermosas ilustraciones, algo queda después del paso de tan esforzadas criaturas: 

“Se marcha el circo

con las últimas luces

que no se apagan”

Circo, de Rosa Ureña Plaza es Premio de poesía para niñas y niños 2021 Ciudad de Orihuela.