El Reloj de la Puerta del Sol
Uno de los elementos arquitectónicos más reconocibles de Madrid, y más directamente relacionados con la Navidad, es el Reloj de la Puerta del Sol o Reloj de Gobernación.
En noviembre de 2016 ha cumplió 150 años desde su inauguración, en 1866, cuando el relojero y militar español exiliado en Londres, José Rodríguez Losada (del que se dice, oficiosamente, que remató el Big Ben londinense), lo donó gratuitamente a la ciudad de Madrid. Tres años tardó en construirlo y se ubicó en un templete sobre la Real Casa de Correos (luego Ministerio de Gobernación, Dirección General de Seguridad y, actualmente, sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid).
Realmente, de estos 150 años de existencia, solo los últimos 54 nos ha acompañado en Fin de Año, ya que fue en 1962 cuando por primera vez que se retransmitieron por televisión las tradicionales campanadas que marcan el cambio de año. Sin embargo, la Puerta del Sol como escenario navideño no es algo actual, como se aprecia en el cuadro de la fotografía, Noche de Reyes en la Puerta del Sol, de 1839, de José Castelaro y Perea, en el que vemos el antiguo reloj de la Plaza, que estuvo situado en la desaparecida Iglesia del Buen Suceso (que se alzaba donde actualmente se ubica la tienda oficial de Apple).
Seguramente mucho tiene que ver la televisión con la consolidación del Reloj como icono madrileño, ya que se ubica este en una localización cuajada de elementos emblemáticos que le disputan protagonismo, tales como el Kilómetro Cero, que marca el punto del que parten las 6 carreteras radiales españolas −y no el centro geográfico del país, como erróneamente a veces se ha dicho, pues, a este respecto, ni el mismísimo Instituto Geográfico Nacional se atreve a pronunciarse y solo algunos investigadores apuntan a municipios como Getafe o Pinto como punto central geográfico de España; ni el centro geográfico de la ciudad, que diferentes teorías sitúan en los alrededores del Museo del Prado o en los aledaños de la calle Goya en su confluencia con Serrano−. Otros elementos simbólicos que comparten vecindario con el Reloj de Gobernación son la estatua del Oso y el Madroño, la estatua de Carlos III o la copia de la Mariblanca, así como significativos iconos de la cultura popular como el cartel de Tío Pepe o la pastelería La Mallorquina.
Un elemento, por tanto, tan importante a nivel local y nacional (ha sido testigo de acontecimientos tan significativos de la historia de nuestro país como el asesinato del Presidente Canalejas, la proclamación de la Segunda República o la génesis del movimiento 15M y ha sobrevivido a los obuses durante la Guerra Civil o a un intento de compra por parte de la embajada de Venezuela) que está al cuidado de tres relojeros que lo mantienen en perfecto estado para que, cada día, los madrileños que pasen por debajo aprieten aún más el paso y cada 31 de diciembre los españoles fijen su mirada en él en esos escasos segundos en los que el nuevo año se superpone al anterior.
Para conmemorar su aniversario, la Comunidad de Madrid realizó un recorrido interactivo en 360º por el interior del reloj que puedes contemplar en el siguiente vídeo.