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Un pulmón en el aire: el Jardín Vertical de CaixaFórum

Madrid cuenta desde 2007 con un muro vertical en el eje Prado Recoletos, integrado en el actual Paisaje de la Luz, reconocido desde el 25 de julio de 2021 como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Este bosque colgante, ubicado en la entrada del centro cultural y social CaixaForum, obra del botánico francés Patrick Blanc, inventor de esta técnica, muestra una nueva forma de contemplar desde la verticalidad la naturaleza manipulada por el hombre. Blanc, diseñó este jardín vertical a partir de su axioma “las plantas no necesitan tierra, sólo agua, minerales, luz y dióxido de carbono”. Siguiendo esta convicción, construyó un espectacular muro vegetal de 24 metros de altura con 250 especies diferentes que sobreviven sin tierra y que asemejan un cuadro viviente.

Este espacio de Madrid ha estado unido a la evolución de la ciudad y a la memoria de los madrileños durante siglos. El solar que ocupa el complejo comprende cuatro calles: al norte, la calle Gobernador, al sur la calle Almadén, al este la calle Cenicero, al oeste la calle Alameda y al este el paseo del Prado. Inaugurado como nuevo centro cultural en 2008, el edificio central del complejo está situado en el terreno que ocupaba la antigua Central Eléctrica de Mediodía proyectado en 1900 para abastecer de energía al sector sur de la capital, de la mano del arquitecto Jesús Carrasco y Encina y del ingeniero José María Hernández. La robustez del edificio produjo cierto rechazo en la época entre los acomodados nobles que paseaban por el Paseo del Prado, entonces un barrio aristocrático, y tras cuarenta años en funcionamiento, la central fue desmantelada y abandonada.

Plano de la Central eléctrica Catastral de 1940 y 1950. / Central Eléctrica de Mediodía 1945.

En 1940 se instala frente a la fachada principal de la Central Eléctrica, una estación de gasolina construida en un estilo racionalista, exactamente en el número 36 del Paseo del Prado, entre la calle Gobernador, la calle Cenicero, la calle Alameda y el Paseo del Prado. En 2004, la gasolinera se vio afectada por un incendio ocurrido en la subestación de Unión Fenosa situado próximo a la misma y al colegio público Palacio Valdés, y fue derruida al considerarse un peligro dada su ubicación. Posteriormente, el solar se convertirá en una plaza pública de 460 metros cuadrados y el subsuelo en un auditorio.

 

Gasolinera del Paseo del Prado.

Ya en 2002 La Caixa, aprovechando planifica una transformación para la creación de un centro cultural llamado Caixa Fórum tomando como germen la edificación de la Central eléctrica del Mediodía. Los encargados de realizar dicho proyecto fueron los arquitectos Jaques Herzog y Pierre de Meuron, que integraron los materiales originales del antiguo edificio de la Central Eléctrica, con una cubierta de metal oxidado. Se ampliaron también los metros cuadrados del edificio, que pasó de los 2.000 metros iniciales a 8.000 metros cuadrados, distribuidos en diferentes plantas, que acogen, una sala de exposiciones, un auditorio, la mediateca, diferentes salas polivalentes, varios talleres para las tareas de restauración y conservación, así como un vestíbulo y una tienda de regalos de arte. La obra fue inaugurada en 2008, convirtiéndose en un estandarte cultural para la Caixa.

En la Plaza pública es donde se levantará el diseño del jardín vertical del reconocido botánico, Patrick Blanc, especializado en plantas de sotobosque natural. Su trabajo en el Centre Natural de la Recherche Scientifique de Paris, le permitió conocer las plantas de países como Ecuador y sus bosques nubosos del Pacifico, de la Amazonia Yasuní, o de Galápagos; pero también de Tanzania (Lago Tanganica, Katavi, Montañas del Arco Oriental) o Guatemala, entre otros.)

Patric Blanc. / Musée du quai Branly. París (2004).

Blanc, interesado también por el medio ambiente y la eficiencia energética, demuestra que sus muros verticales además de funcionar como una solución estética consumen CO2 y aportan un oxígeno extra a la ciudad de Madrid.

La plaza Caixa Fórum, una impactante intervención arquitectónica, conforma un espacio vanguardista configurado como una “plaza dura” que equilibra el peso de la piedra suavizado con el jardín vertical y que se acompaña de un pequeño estanque que ocupa la medianera completa de un edificio lateral.

La naturaleza irrumpe en los muros verticales en la ciudad de las Artes y las Ciencias de París en el año 1988, ante el éxito de esta primera obra que reúne vegetación y arquitectura, esta técnica se ha ido convirtiendo en un referente para muchos artistas, diseñadores y arquitectos.

Proyecto jardín vertical de Caixa Fórum. / Ejecución de obra.

La inspiración, nace de la observación de los espacios naturales de los muros donde la vegetación queda suspendida en el aire. Su contraste cromático y de volúmenes hace de este jardín vertical, una obra innovadora que consigue a través de las plantas trasladarnos a espacios imaginativos de manchas de color y texturas que nos llevan a una obra abstracta.

Aunque en principio el sistema de construcción puede parecer complejo, se trata de una réplica realizada a partir de la observación de la naturaleza y de las arquitecturas populares. El uso de vegetación en las fachadas es herencia de la arquitectura tradicional, que empleando los materiales disponibles daba respuesta a la necesidad de cobijo y abrigo del ser humano. En zonas climáticas especialmente adversas, como el norte de Europa, es posible aún hoy en día, encontrar viviendas cubiertas por turba sobre la que se planta césped, ofreciendo un alto aislamiento gracias a la combinación de la capa de tierra más el elemento vegetal, proporcionando además un alto grado de adaptación e integración con el medioambiente

El sistema constructivo que utiliza Blanc consiste en levantar una estructura metálica que porta la piel vegetal creando una separación física con el soporte de cerramiento de la fachada, de tal forma que las raíces no la dañen. Sobre dicha estructura, se coloca un fieltro de poliamida, imputrescible que permite una distribución homogénea del agua del riego que añade por goteo los distintos abonos. El muro verde actúa como un espacio ventilado gracias a la cámara de aire que proporciona un especial aislamiento térmico y acústico.

Los jardines verticales son empleados como un recurso estético ya que complementan y dotan de carácter a muchos edificios, hoteles, galerías de arte y museos. Se trata de una nueva forma de contemplar la naturaleza y los cambios estacionales percibidos a través de la obra. Además, ofrecen numerosos beneficios a nivel económico, ecológico y social.

Una fachada vegetal ayuda a purificar el aire, reduce la temperatura ambiente y promueve la biodiversidad en la ciudad. Los muros verdes forman parte de la construcción bioclimática y producen efectos positivos sobre la salud y el bienestar de las personas.

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