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Rosario Weiss. Pintora y grabadora del siglo XIX

La historia vital de Rosario estará marcada por Francisco de Goya, con quien su madre Leocadia, mantuvo una “gran amistad” tras el fallecimiento de su esposa, Josefa Bayeu. 

La España del siglo XIX se caracterizó por los vaivenes políticos, pero también por una interesante producción artística marcada por grandes personajes que en muchos casos se vieron obligados a desempeñar su labor intelectual fuera de nuestras fronteras, abocados al exilio político. Este es el caso de Rosario Weiss Zorrilla, que vivió gran parte de su vida en Burdeos alejada del oscurantismo impuesto por el absolutismo de Fernando VII. Rosario nace en Madrid el 2 de agosto de 1814, era hija de Leocadia Zorrilla y de Isidoro Weiss, una familia de joyeros judíos de origen alemán.

La historia vital de Rosario estará marcada por Francisco de Goya, con quien su madre Leocadia, mantuvo una “gran amistad” tras el fallecimiento de su esposa, Josefa Bayeu. Leocadia Zorrilla y Francisco de Goya se conocen en 1805 en la boda de su hijo Javier, con Gumersinda Goicoechea, hija de su tía Juana Galarza, con la que Leocadia había vivido tras la muerte de sus padres. Aunque les separan 44 años, no es impedimento e inician una amistad.

Pese a todo, en 1807, Leocadia se casa con Isidoro Weiss, y de esa unión nacen tres hijos Joaquín, Guillermo y Rosario. Dos años antes del nacimiento de Rosario, su marido Isidoro, la denuncia por infidelidad y aunque se separan seguirán viviendo en el hogar familiar de la calle Mayor. En 1817 tras la ruina de los Weiss, Leocadia es contratada por Francisco de Goya como ama de llaves para la Residencia campestre de la Quinta del Sordo, a la que se traslada con sus dos hijos pequeños Guillermo y Rosario. Es allí donde Goya percibe las cualidades artísticas de la pequeña Rosario, y la inicia en el dibujo con una especial técnica que consistía en realizar ejercicios de caligrafía en cuartillas y en el reverso le trazaba dibujos de rostros que ella marcaba luego a tinta. Allí vive el ambiente liberal de la época que se respiraba en aquella casa y es testigo en primera persona de como Goya pintaba las pinturas murales al óleo que decoraban las estancias de la Quinta. Se conservan muchos dibujos de Rosario y Goya, como el álbum conocido como Weiss-Goya. En las estancias de la Quinta Goya pinta las Pinturas Negras, en las que su madre, Leocadia aparece retratada como una manola. Esta vida sosegada se rompe con el final del Trienio Liberal.

 La Quinta del Sordo. Madrid siglo XIX

 Aunque Goya nunca se sintió perseguido por sus ideas liberales, en mayo de 1824   decide exiliarse en Burdeos, puerto marítimo y de floreciente mercado donde es acogido por la colonia de expatriados, intelectuales y nobles como Manuel Silvela y Leandro Fernández Moratín.

Rosario se queda en Madrid con su madre para continuar su formación con el arquitecto Tiburcio Pérez Cuervo, amigo de Goya, como tutor. Con 10 años Rosario, ya demostraba unas dotes para el dibujo fuera de lo común, en su taller empezó a emplear la técnica del difumino y la tinta, trabajando sobre los Caprichos de Goya y estudios arquitectónicos.

Lavanderas. Goya y Rosario Weiss.

En septiembre de 1824 Leocadia y sus dos hijos pequeños Guillermo y Rosario, se trasladan con Goya a Burdeos y viven como una familia. Goya enseña a Rosario la técnica de la litografía y juntos visitan ferias, mercados, espectáculos circenses que luego dibujaban. En 1825 se matricula en la escuela del académico Pierre Lacour y cambia el estilo goyesco por otro más académico de líneas claras y precisas. Goya muere en 1825 y a partir de este momento, se inicia un periodo de penurias económicas para los Weiss. Su madre Leocadia, recibe una pequeña pensión del estado francés y se ven obligados a solicitar la ayuda económica de sus amigos expatriados.

 En 1830 se produce un hito histórico cuando los liberales exiliados en Francia intentan derrocar la monarquía absolutista de Fernando VII. El general Espoz y Mina con un ejército de 700 exiliados, entre los que se encontraba el poeta José Zorrilla y el hermano mayor de Rosario, Joaquín Weiss, son derrotados en Vera de Bidasoa y tienen que volver a Francia.

 El Genio de la Libertad. Rosario Weiss. Litografía 1831

Es en ese momento cuando Rosario llevada por sus ideas liberales realiza una litografía que va a suponer un hito histórico. Por primera vez una mujer se manifiesta desde el punto de vista artístico para denunciar los abusos del Rey Fernando VII. La obra titulada “El Genio de la Libertad” representa en el centro de la composición a una España liberada de las cadenas del absolutismo por el general Espoz y Mina.

En Burdeos mantiene a su familia gracias a los ingresos obtenidos por los retratos que realiza para una clientela burguesa y aristócrata. Estos retratos son un reflejo de la sociedad del momento, tanto de la moda como del naturalismo, siguiendo la influencia del pintor Ingres, que por aquel momento marcaba el gusto retratístico en Europa.

Retrato de Goya de Rosario Weiss Burdeos 1827

En 1833 Fernando VII otorga una anmistia a los liberales exiliados. Es en ese momento Rosario, dotada con un fuerte vagaje intelectual, regresa a Madrid. A su vuelta, y con tan solo 19 años, escribe una carta a la reina regente Maria Cristina, para que le permita copiar en el Museo del Prado, las obras de los pintores más relevantes de la Institución, convirtiendose así en copista. Con los benefiios de estas obras pudo mantener el sustento de su casa. Posteriormente, complementa estos encargos con los realizados en la Real Academia de San Fernando, donde presentará sus trabajos en exposiciones anuales.

En aquel Madrid burgués y aristocrático no le faltaría clientela ya que había mucha demanda de copias de autores conocidos y de retratos que le generarian grandes beneficios.

Algunas de sus obras más conocidas fue la copia del retrato de Goya pintado por Vicente López, que posteriormente adquirió la Real Academia de San Fernando, y también las dos versiones al oleo de la Tirana de Goya, una del torso y otra de cuerpo entero .

En 1837 se inaugura el Liceo Artístico y Literario que estaba situado en el palacio de Villahermosa ( actual Museo Thyssen )  y que fue un referente del romanticismo madrileño y un lugar de reunión de intelectuales y mecenas de la cultura.

Rosario, participa activamente en las reuniones y exposiciones anuales del Liceo Artístico y Literario, y le permite codearse con una nueva clientela.

Su fama de retratista tanto en Francia como ahora en Madrid, la llevará a ser nombrada  Académica de Merito en la Real Academia de San Fernando. Es una época en la que su prestigio va creciendo y recibe muchos encargos de editoriales para retratar autores como José de Zorrilla, Mariano José de Larra o Mesoneros Romanos.

En 1840 se inaugura en la Plaza del Rey el circo Olímpico, un espectáculo de entretenimiento que tuvo una gran aceptación entre las clases acomodadas. Rosario, que había presenciado con Goya en Burdeos, muchos espectáculos circenses los convierte en uno de sus temas recurrentes, y de esta época se conservan varias obras.

Francisco de Goya, Una reina del circo, 1816-1819. Aguafuerte, aguatinta y punta seca.

En 1841 los liberales llegan al poder, con el General Espartero como regente. El Gobierno nombra a Agustín Argüelles, tutor de la futura reina Isabel II. Argüelles de convicciones liberales quiere darle una educación más intelectual en la que se incluyen nuevas disciplinas como la pintura.

En 1841 Rosario gana la plaza de profesor de pintura de la futura reina Isabel II y su hermana María Luisa Fernanda y permanecerá en el puesto un año y medio.

Poco a poco la salud de Rosario se va deteriorando y morirá de cólera, no epidémico, en julio de 1843 con 29 años.

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