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El Archivo personal de Rosario Acuña que se conserva en la Biblioteca Histórica lo integran 298 documentos de diverso tipo, entre los que se incluye un cartón de 22 centímetros en el que figura escrito el siguiente texto: «Ruego sean leídos por persona que me sea afecta por si en ellos hallara algo de importancia».[1]  

Fundamentalmente son cartas que ella, su padre o su marido recibieron a lo largo del tiempo de personajes relevantes de la época. Es la primera vez que se exponen, aunque existen investigaciones parciales sobre ellas por parte de Macrino Fernández Riera y de Elena Hernández Sandoica.  

En esta vitrina mostramos cartas de su puño y letra que no se llegan a enviar o que son copias: se dirige al Vizconde de Ros para decirle que como mujer y separada, no puede ser directora del periódico masónico [2],  la segunda carta Acuña le ruega al destinatario que “le pida a Eduardo Iglesias le sirva para defenderse de calumnias e injurias del periódico “Faro” con un abogado de oficio” dada su pobre pensión.[3], la última carta está dirigida a  Francisco Torres en la que le indica a su editor que siempre que los socialistas representen sus obras las tendrán libres de derechos [4].  

Contenido de la vitrina:

1. Cartas y documentos referentes a las obras literarias de Rosario Acuña y Villanueva de Laiglesia. Recibos y papeles de importancia [Manuscrito]: (ruego sean leídos por persona que me sea afecta por si en ellas hallara algo de importancia) ca. 1923 
2. Acuña, Rosario de. [Carta]. 1888 julio 3, [s.l.]. a Vizconde de Ros [Manuscrito]. 1888 
3. Acuña, Rosario de. [Carta], [s.a.] mayo 20, [s.l.], a Humberto [ilegible] [Manuscrito]. ca. 1888 
4. Acuña, Rosario de. [Carta], [s.a., s.l.] a Francisco Torres [Manuscrito] [1901]