Otras facetas
Además de contarse entre las mejores novelistas de su época, Pardo Bazán cultivó múltiples facetas como periodista, poeta, ensayista, crítica literaria, dramaturga o editora, y realizó prólogos de autores notables como Luis de Oteiza, o Álvaro Alcalá Galiano.
También ejerció una notable actividad como traductora de importantes autores franceses como Pierre Loti y Edmond de Goncourt o rusos como Dostoievski o Turgenev. Lecturas que además dejaron huella en su propia creación literaria y en la de sus contemporáneos.
Luchadora incansable por la emancipación social e intelectual de las mujeres, reivindicó la instrucción como algo fundamental, dedicando a ello parte importante de su actuación pública. Publicó ensayos como La mujer española (1890), y en 1905 se convirtió además en la primera mujer socia del Ateneo de Madrid, donde llevó a cabo la lectura pública de su obra La revolución y la novela en Rusia (1887).
En 1916 será la primera mujer en ocupar la cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid, que años después le rendiría homenaje con la publicación El centenario de Doña Emilia Pardo Bazán (1952)