Erasmo de Rotterdam, Adagios
Enlazando con la metáfora del libro como peligrosa arma arrojadiza, se muestra un interesante ejemplo bibliográfico, víctima de la censura.
La Biblioteca Histórica conserva entre sus fondos del siglo XVI un ejemplar de los Adagios de Erasmo de Rotterdam (ca. 1466-1536), uno de los grandes intelectuales de su tiempo, al que se llamó tanto “príncipe de los humanistas” como “hereje”. A Erasmo y sus obras les asediaron las polémicas sufriendo algunas de ellas la aplicación de la censura eclesiástica y su inclusión en el Index.
Tenemos la suerte de poder contemplar un ejemplar de este autor que se salvó de la censura total, aunque aplicándose la misma de forma drástica en alguna de sus páginas con párrafos completamente tachados con tinta negra. Este hecho le da a nuestro volumen un valor añadido ya que nos ayuda a conocer el pensamiento y los métodos de los censores de esos tiempos. Los Adagios eran proverbios que el autor se encargó de recopilar durante gran parte de su vida y cuya vigencia aún perdura en la actualidad.
Este volumen se editó en 1515 está escrito en latín, con letra romana y en papel verjurado. Incluye un grabado sobre madera realizado por Hans Holbein en el que aparecen retratados en bustos dispuestos en hornacinas los grandes pensadores y filósofos de la historia sobre una base que representa la fuente de la sabiduría, enmarcando todo ello el espacio destinado al título.
Parte de las obras de Erasmo sufrieron la censura, debido principalmente a que Martín Lutero, padre de la Reforma de la Iglesia, le ensalzó como referente de sus escritos y creencias, aunque Erasmo nunca acogió la doctrina reformista.